Last mile: la apuesta logística de las empresas

El crecimiento del comercio electrónico y la consolidación como modo de compra ha impulsado la apuesta por la última milla. Este hecho está siendo cada vez más visible en zonas como Europa, en la que ya más de tres cuartas partes de las empresas – es decir, el 77% – tienen planes de desarrollo sobre el last mile.

El aumento de superficie para abordar las gestiones de ésta es una necesidad cada vez mayor. Los datos comentados, obtenidos de una encuesta de la inmologística de última milla Mileway, muestran la esencial labor que tiene este último paso de la cadena de suministro.

Y es que, la logística de última milla es una de las preocupaciones principales de los negocios en la actualidad. Son muchos los procesos en los que una empresa puede llevar un buen control: la calidad de los productos, su almacenamiento, preparación… Pero algo que se les puede escapar de las manos es el proceso de entrega final.

Los problemas con el tráfico, las entregas tardías, defectuosas o erróneas continúan presentes en el día a día de los logísticos. Sus consecuencias son muy negativas, afectando tanto al cliente final como a la imagen de la empresa. La disminución de ventas o la fidelidad de los compradores pueden estar en juego, por eso, cada vez son más los que deciden apostar por esta última fase de distribución.

Última milla: ¿por qué interesa?

Conocer las labores que desempeña esta última fase de la distribución resulta esencial para poder conocer el porqué de tal interés. No es sólo el hecho de que sea el paso final mediante por el cual un producto llega a manos de su demandante, cada vez son más los focos puestos en esta actividad por razones como:

Sostenibilidad. Reducir el impacto del sector de la logística y el transporte es una necesidad en aumento. La última milla es el paso final de la distribución, generando su actividad un gran impacto medioambiental. El tráfico, los atascos o la mala gestión de las rutas hacen necesario focalizarse en esta área de la logística para enfocarla hacia la sostenibilidad.

Flexibilidad. La actividad del sector logístico aborda continuamente cambios, y para poder continuar con la actividad de una manera productiva es esencial contar con una estrategia focalizada en la última milla. De esta manera, ante cualquier cambio sucedido que afecte a la actividad normal del sector, el negocio tiene la capacidad de adaptas e a él y, consecuentemente, sufrir menos pérdidas.

Satisfacción del cliente. Siendo el único punto en el que hay un contacto real entre negocio y cliente final, es esencial llevar una buena gestión de ésta. Contar con empresas especializadas y expertas en realizar las entregas last mile de una manera óptima genera un valor añadido visible en el bienestar y fidelidad de los compradores.

Costes. Al afrontar tantos retos este último eslabón de la cadena de suministro, son cada vez más altos los costes dirigidos a paliar las contrariedades que sufren. Centrar los esfuerzos en mejorar la rentabilidad de las operaciones y rutas de transporte permite consecuentemente reducir los costes.

Entrega de mercancías voluminosas

Dentro de este aumento de demanda del servicio de última milla destaca un impulso de la entrega de productos XL. El auge del comercio electrónico ha supuesto un cambio en la forma de comprar no sólo pequeños productos, también mobiliario, electrodomésticos de grandes dimensiones (gama blanca y televisiones), colchones, sofás, etc.

Ante este hecho empresas como Sama Logística/Home Logistics tienen desarrollado un servicio de entrega domiciliaria para mercancías voluminosas con la opción de la instalación y montaje en toda la península ibérica, así como una red de puntos de recogida para productos XL en España.

Apostar por la última milla

Por numerosas cuestiones como las mostradas cada vez son más los negocios que deciden apostar por esta última fase de la cadena de suministro. La mejora de infraestructuras y tecnologías aplicables a este campo muestra la necesaria apuesta por servicios como éste.

Es en este escenario donde vemos cómo la necesidad por mejorarla es cada vez mayor. Nuevas formas de compras como el e-Commerce son los impulsores de la última milla, que vive un aumento de su demanda cada vez mayor. Pero la zona en la que realiza su actividad también afronta retos.

 

Gestionar la logística inversa de última milla

La evolución de los modelos de negocio, el paso al e-Commerce y la necesidad de cubrir las exigencias de los consumidores han hecho que la última milla se corone como el valor añadido de toda empresa.

Cada vez son menos las personas que recurren a las tiendas físicas a obtener sus productos ya que las facilidades y flexibilidad del comercio electrónico resultan mucho más ventajosas. Pero en este escenario, ¿Cómo se gestiona la logística inversa?

Este aumento de demanda por medio de las plataformas online ha generado un grave problema para la distribución de última milla: las devoluciones. La facilidad de compra que supone contar con estos sistemas acaba consecuentemente afectando a la manera en la que éstos son devueltos.

Un informe denominado “Vans in the City” de Ford Pro analiza algunas de las tendencias que están afectando al sector de la distribución, así como su impacto en la forma de ejercer esta actividad. Según este estudio las entregas dadas en áreas urbanas han aumentado más de un 50% en los dos últimos años. Este dato muestra el importante papel que ejerce el last mile en áreas como las ciudades.

Un dato muy llamativo de este informe y que nos ayudará a abordar esta problemática es que entre 2010 y 2019 se produjo un aumento de aproximadamente un 30% en la congestión de las ciudades. De entre las empresas encuestadas más de la mitad señalaron la congestión como problemática principal para la red logística urbana.

Pero enfocándonos en la logística inversa, de manera global observamos que el 14% de las compras realizadas por el canal online son devueltas, hecho que influye de manera sustancial a la actividad de distribución.

Devoluciones y última milla

En este contexto vemos como las devoluciones parecen tener un precio cada vez más elevado. Por un lado lo vemos en términos de emisiones. El recorrido que debe realizar el camión desde la ubicación del cliente o la tienda hasta el punto de origen es un trabajo añadido que genera no sólo más tráfico, también un aumento en las emisiones de carbono. Este hecho supone un gran desafío teniendo en cuenta que el sector se encuentra en un proceso de descarbonización debido a los altos niveles de contaminación que genera.

Sumado a ello encontramos otros hechos como la pérdida de valor del producto. En muchas ocasiones los paquetes procedentes de devoluciones no recuperan su valor inicial ya sea por la pérdida de calidad del producto o la imposibilidad de relanzarlo al mercado en el momento idóneo.

Poder realizar estos trayectos de una manera óptima y beneficiosa de cara tanto al cliente como a la empresa es uno de los mayores retos a los que debe hacer frente el sector. Estas devoluciones inicialmente han sido siempre gratuitas, lo que generaba grandes pérdidas a muchos negocios. En la actualidad el cobro por este servicio ya se está implementando, pero no por ello se está logrando llevar a cabo este paso de la mejor manera posible

Vehículos eléctricos

Teniendo en cuenta las necesidades por hacer del sector uno más respetuoso con el medio ambiente una solución que puede adaptarse a esta situación es la incorporación de camiones o furgonetas eléctricas. Es cierto que para largas distancias este tipo de vehículos pueden no resultar muy útiles, pero para distancias como las recorridas en la última milla puede ser la solución definitiva.

La inversión económica inicial puede ser un impedimento, pero para empresas dedicadas a esta actividad les puede ser muy beneficioso en términos de no generar contaminación y de poder acceder a las áreas urbanas de manera más fácil.

Inversión tecnológica

Otra solución para abordar esta problemática es la de incorporar herramientas digitales que permitan realizar estrategias adaptables a las necesidades tanto de la empresa como del cliente. Gracias a sistemas como la Inteligencia Artificial se puede obtener un análisis de las necesidades de cada grupo y lograr un punto medio.

Pero sobre todo ello, una buena logística inversa se gestiona con experiencia. Son muchos los negocios dedicados a los servicios de última milla. Poder abordarlos de la mejor manera y teniendo en cuenta las necesidades de los clientes es posible.

 

Nuevos retos de la última milla en las ciudades

El cambio en las maneras de distribuir resulta cada vez más visible. Se puede notar por los nuevos modelos de negocio – derivados del comercio electrónico – que han generado una inevitable transformación de la actividad logística. Unido a ello, debemos ser conscientes de que la propia ciudad también está evolucionando.

Los altos volúmenes de habitantes, vehículos e instalaciones han generado la necesidad de buscar soluciones orientadas a mejorar la salud y el bienestar de todos los ciudadanos. En este escenario el papel de la distribución resulta esencial, así como su reformulación.

La última milla es el área en la que más afecta este cambio. Desde la pandemia del COVID-19 la presencia de vehículos de distribución en las ciudades ha crecido de manera sustancial. De hecho, en un artículo de Movilidad Conectada nos encontramos con el dato de que la demanda de última milla podría aumentar un 36% el número de vehículos de reparto en las 100 principales ciudades de todo el mundo – hasta 2030 -.

A partir de esta información conocemos que, si no se realiza una gestión útil y eficaz de los vehículos, las emisiones y la congestión del tráfico pueden llegar a aumentar más de un 30% en las ciudades.

Teniendo en cuenta que, según la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, la necesidad de hacer de estas áreas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente va ganando prioridad.

Retos del last mile

  1. Comercio electrónico

El establecimiento del e-Commerce como forma de negocio es cada vez mayor. Y este crecimiento está afectando de manera directa a la manera de organización y gestión de los recursos logísticos. Al poder realizar prácticamente todas las gestiones a través de una plataforma online, el valor añadido de toda empresa que vende por internet acaba reflejado en su servicio de distribución.

Por ello son cada vez más altas las exigencias depositadas en este último eslabón de la cadena de suministro. De hecho, la distribución de última milla supone hasta el 50% del coste logístico en las entregas del comercio electrónico.

  1. Sostenibilidad

Dar el paso a un sector menos contaminante es una realidad que ya se está viviendo. Con la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones – ZBE – las empresas de distribución de última milla afrontan uno de sus mayores desafíos. Su incorporación a cada vez más localidades está creando una necesidad al sector de añadir nuevas herramientas a sus operaciones – como los micro hubs, puntos de recogida… – de manera que se pueda hacer frente a estas medidas.

De hecho, este 2023 ha iniciado con la obligación de crear estas zonas en las ciudades con más de 50.000 habitantes e islas con una población mayor a 20.000 personas. De esta manera, aproximadamente el 53% de la población española se ve afectada, lo que supone que  todas sus compras de manera online o a domicilio también lo sean.

Ante esta problemática surgen dudas respecto a la falta de ayuda de los negocios logísticos para hacer frente a esta importante cuestión. Pese a ello, buscando adaptarse y no perder el progreso, han salido a la luz algunas ideas, como el uso de pequeños vehículos eléctricos que permitan un reparto ágil y sostenible de las mercancías; o la incorporación de pequeños almacenes distribuidos por la ciudad.

  1. Instalaciones

En línea con lo comentado, encontramos la necesidad de cambiar las instalaciones de almacenamiento logístico. Por cuestiones como la sostenibilidad y el comercio electrónico, es cada vez mayor tanto la demanda de distribución de paquetes como la necesidad de hacerlo de una manera respetuosa con el medio ambiente. Es en este contexto donde entra la necesidad de adaptar los almacenes a esta nueva forma de hacer logística.

Este hecho se puede dar gracias a las nuevas tecnologías, cuya incorporación puede ayudar a hacer un almacén adaptable a los cambios. También la aparición de los hubs o microhubs es uno de los mayores cambios que se están dando respecto a la gestión de pedidos. Pudiendo localizarse dentro de las ciudades – debido a su reducido tamaño – son una de las principales apuestas del sector logístico y del transporte.

Estos son solo algunos de los retos a los que la distribución urbana de mercancías debe hacer frente.

3 claves para 2023: así se fijan las prioridades logísticas este año

Durante estos últimos años el sector de la logística y el transporte ha ido enfocado hacia dos direcciones: la digitalización y la sostenibilidad. El creciente valor que ha obtenido el sector desde la pandemia le ha posicionado como eje clave en la actividad de numerosas industrias.

Es en este contexto donde la incorporación de nuevas tecnologías ha parecido ser clave en la mejora de procesos logísticos, incorporar la sostenibilidad ha sido otro gran objetivo. La lucha por tratar de reducir las consecuencias del cambio climático es cada vez mayor. Siendo nuestro sector uno de los más contaminantes cada vez son más las instituciones que piden un paso del sector a una logística verde.

Partiendo de esta base, este 2023 nos depara una nuevos objetivos y avances en la búsqueda de la mejora y el progreso en la actividad del sector. En este artículo se tratarán algunas de las tendencias que guiarán el crecimiento de la logística y transporte.

Logística sostenible

Como ya se ha comentado anteriormente, hablar de progreso en logística significa hablar de sostenibilidad. Hacer una cadena de suministro responsable con el medio ambiente ha sido uno de los objetivos más presentes en la industria.

Las exigencias establecidas por entidades como la Unión Europea, que en su Agenda 2030 señala la importancia de incorporar una producción comprometida y respetuosa, han incentivado el paso a una actividad sostenible.

Desde la reducción de la contaminación del transporte hasta en los procesos de dentro del almacén, lograr una logística verde es cada vez más posible. Por ello, uno de los objetivos este 2023 será conseguir establecer un sistema regido por el respeto al medio ambiente.

En España la preocupación por hacer una logística responsable es cada vez más visible. De hecho, este 1 de enero comenzó a operar el nuevo impuesto sobre envases de plástico no reutilizables. Viéndose afectados todos los plásticos que se encuentran en la mercancía – a modo de protección, conteniendo o manipulándola – hacer del sector uno adaptado a lo verde resultará esencial para continuar con la actividad.

Ciberseguridad

La incorporación de cada vez más herramientas tecnológicas en la actividad relacionada con la cadena de suministro ha generado que los datos pasen a almacenarse en estructuras en nube. De esta forma, se abre una nueva necesidad en el sector, proteger la información.

Según un estudio de Datos 101 la logística y el transporte es el tercer sector más afectado por ciberataques, estando el 43% dirigidos a las PYMES. Incrementándose el nivel en un 125% en 2021, España es el tercer país con más número de ataques en red, con una media de 40.000 al día.

Esta información no hace más que sostener la necesidad de contar con una cobertura eficiente de los procesos realizados dentro de la actividad logística, estando la digitalización y tecnología como fuente del progreso.

Última milla

Con el cambio de modelo de negocio derivado del aumento de ventas del comercio electrónico el concepto de última milla ha ganado gran importancia. En la actualidad, este proceso resulta generar el valor añadido de muchos negocios. Al ser el paso final en la distribución y suponer la entrega al cliente, la importancia de contar con una buena gestión y entrega last mile resulta esencial.

Por ello, este 2023 parece tener prioridad enfocarse en este aspecto. Cada vez son más los micro hubs, taquillas inteligentes, puntos de recogida y un sinfín de soluciones que se están implementando en la actividad logística.

Con el objetivo de poder cubrir las exigencias de rapidez y eficacia, invertir en última milla supondrá uno de los mayores intereses en las empresas dedicadas a la cadena de suministro.

Crecimiento del sector

La logística y el transporte se han hecho un hueco cada vez mayor dentro de la actividad comercial. El imprescindible papel que juega salió a relucir con la pandemia. Desde ese momento el aumento de visibilidad ha generado un mayor acercamiento a su función dentro de la sociedad.

Por ello, con el progreso como bandera, las empresas logísticas debemos dar el paso a lograr un avance y poder afrontar en todo momento cualquier suceso que se interponga.

¿La logística nocturna es la solución?

Explorar nuevas formas de distribuir mercancías es uno de los ejes que más se está desarrollando dentro del mundo logístico. La búsqueda por hacer del sector uno sostenible marca los motivos principales por los que se deben buscar nuevas soluciones

La alta contaminación que generan los distintos ámbitos dentro de la cadena de suministro señala la necesidad de cambiar en aspectos como la distribución. En este contexto entran soluciones como la logística nocturna.

Su incorporación se está dando de forma progresiva, pero sus ventajas cada vez son más claras. El Índice de Movilidad Sostenible de las Capitales de Provincia de España (IMSCE 2020) presentado por la consultora Idencity Consulting con la colaboración de AECOC recoge importantes datos como que el 25% de las capitales de provincias españolas ya tienen implantados procesos administrativos para permitir la logística nocturna. Pese a ello aún hay muchas ciudades que no han dado el paso a su incorporación.

La distribución urbana de mercancías puede llegar a formar el 40% del tráfico total de las ciudades, siendo el transporte de noche una posible solución para evitar congestiones en carreteras, de las que pueden derivar problemas en los tiempos de entrega.

Estos datos no hacen más que señalar el buen papel de esta forma de distribución, pero ¿en qué consiste?

Logística nocturna

La llegada del comercio electrónico unida al aumento sustancial de la demanda hace necesario buscar alternativas para las formas de distribución. Creciendo con el paso de los años cada vez más, la entrega de última milla generará de forma paralela, un aumento de la contaminación derivada de este último proceso.

Como su propio nombre indica, la logística nocturna lo que busca es distribuir mercancías de noche. Pese a que parezca que no genere grandes cambios, expertos apuntas que su incorporación es una de las estrategias con mayor impacto en la reducción de la huella de carbono y respeto al medio ambiente.

A su vez, es una de las estrategias sostenibles en distribución urbana más extendida en España. Ciudades como Madrid, Barcelona, Logroño A Coruña, Murcia y muchas más ya están desarrollando este método al permitir una mejor gestión y eficiencia de los procesos.

Soluciones que se ofrecen

La distribución nocturna aporta grandes beneficios en diversos aspectos. La ya mencionada Asociación de Fabricantes y Distribuidores calculó que su incorporación ofrece una reducción del 30% en los kilómetros recorridos por los operarios comparándolo con la distribución matinal, permitiendo una disminución de entre el 13 y 31% de las emisiones de CO2.

Otro aspecto clave de este sistema es la facilidad de recorrer las ciudades sin hacer frente a atascos, reduciendo las emisiones – ayudando a descarbonizar el sector – y optimizando los tiempos de entrega. Evitar obstáculos a la hora de realizar la distribución supone una facilidad a la hora de recoger y descargar las distintas mercancías y realizar las entregas con una gran puntualidad.

Sumando estos dos aspectos encontramos otra gran ventaja: la longitud de los trayectos. Gracias a la optimización de las rutas y los menores obstáculos que se afrontan, se logra recorrer menos kilómetros. De esta forma, el tiempo empleado en las distintas operaciones se reduce, permitiendo a los transportistas realizar diversas tareas aumentando su productividad.

¿Es sostenible?

Pese a las numerosas ventajas que ofrece este servicio, hay que tener en mente que todo proceso tiene aspectos negativos, o problemas que debe afrontar, como el aumento de costes laborales. Al encontrarse en horario nocturno, es un hecho que los trabajadores deben cobrar un extra.

A su vez, se produce contaminación acústica debido al horario inadecuado en el que se realizan los procesos. Al estar la mayoría de la población descansando, el sonido debe estar más controlado para evitar posibles problemas con los vecinos.

La logística nocturna es una práctica cada vez más común entre las distintas ciudades españolas, sus numerosos beneficios permiten una mejora en la actividad de distribución de mercancías, pero también se encuentran distintas cuestiones que deben hacerse frente para lograr una logística nocturna eficiente y óptima.

 

Última milla como solución a las nuevas exigencias logísticas

El crecimiento del sector logístico y del transporte está generando una visible transformación, cada vez más necesaria para poder adaptarse a las exigencias de la sociedad

Los altos niveles de contaminación que genera el sector logístico conforman uno de los requerimientos más necesarios en la actualidad: reducir el impacto medioambiental. Incorporar nuevos modelos y herramientas que permitan una evolución del sector debe ser uno de los objetivos primordiales, pero para lograrlo hay que poder adaptarse a las necesidades sociales.

Según datos del Observatorio del transporte y la logística en España, respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte, frente a un 22,9% de emisiones de la Unión Europea, España aumenta la media con un 27,5%.

Este hecho muestra un problema existente en nuestro país, y la necesidad de hacerlo frente. Para poder reducir el impacto medioambiental se deben incorporar diversas técnicas que permitan un paso a la sostenibilidad y una adaptación a los cambios en el comportamiento de la demanda.

Porque las nuevas exigencias logísticas no se reducen a la necesidad de dar un paso hacia la reducción de la huella de carbono, poder hacer frente a la alta demanda derivada del comercio electrónico – traducido en una necesidad de aumentar la optimización y velocidad de los procesos – conforma otro de los grandes retos a tener en cuenta.

Entrada de la última milla

Ante este escenario entra el papel de la última milla. Dentro del transporte de mercancías, la última milla conforma el tramo final, en el que los paquetes son entregados a los clientes finales.

En un panorama en el que el sector logístico afronta una de las fases más inestables tras la pandemia, con el completo cambio de paradigma logístico, adaptarse a estos cambios supone una necesidad si se quiere conservar la actividad de la empresa y optar a lograr una sostenibilidad con el paso del tiempo.

Las exigencias de la demanda han cambiado. Las de entidades como la Unión Europea también. El sector se encuentra en un punto de no retorno e incorporar distintas herramientas basadas en la entrega last mile puede ayudar a superar multitud de desafíos.

Sostenibilidad

Los distintos ámbitos a lo largo de la cadena de suministro han visto el imprescindible cambio al que se deben adaptar. Ir progresivamente incorporando medidas que permitan reducir las emisiones del sector puede ayudar a lograr una adaptación viable a modelos más sostenibles.

El papel de la última milla resulta ser fundamental al ser el recurso final dirigido a realizar la entrega directamente al cliente. Debido a las exigencias de velocidad, eficacia y precisión en los envíos, se han incorporado una serie de estrategias que permiten adaptar este servicio a la sostenibilidad.

La incorporación de las tecnologías en la entrega last mile ha ayudado a generar rutas optimizadas y eficientes, a la par que mejorar la eficiencia de las entregas. La incorporación de softwares en la última milla permite un paso a la sostenibilidad y una adaptación a las exigencias logísticas, dirigido por la incorporación de la digitalización en todos los sectores comerciales.

La logística nocturna es otro modelo que se está tratando de incorporar. Logrando huir de los atascos causados por el tráfico en horas punta unido a la digitalización de procesos y el uso de plataformas de última milla como los hubs logísticos, su incorporación es otra forma de hacer de nuestro sector uno sostenible.

Demanda

Hacer frente a los cambios en el modo de consumo de los ciudadanos pasa por la entrega de última milla. Y es que, este recurso permite adaptarse a todas las exigencias logísticas que se encuentran en la actualidad. Uno de los focos que más contaminación generan, pero a su vez resultan ser primordiales es el del transporte. Este hecho, unido a la alta demanda de productos vía online han generado dudas sobre qué herramientas incorporar para afrontar de la mejor manera estos cambios en el comportamiento de la demanda.

La última milla se ha adaptado a ellos de la mejor manera. En aspectos como los clientes finales, la incorporación de servicios como la entrega en puntos de recogida o Pick Up Points permiten una adaptación a las necesidades de éstos, ofreciéndoles una flexibilidad a la hora de recoger sus productos, garantizando la comodidad del cliente.

Otras formas de hacer logística, como los dark stores, hubs urbanos o la entrega en tienda son algunas de las soluciones que ha ofrecido la última milla para adaptarse de manera efectiva a las necesidades sociales.

Una red de delegaciones para una logística globalizada

Detrás de una de las fuerzas motrices de la economía mundial se encuentra la globalización. Un fenómeno que, en las últimas décadas, ha creado un sistema de comercio interconectado e impulsado, a su vez, una nueva manera de ver la logística

Bebiendo de estructuras que nutren y a la vez se alimentan de esta actividad, el sector ha sido uno de los líderes en desarrollar redes que, entretejidas de manera estratégica, han llevado a vincular cada uno de los eslabones de la cadena de suministro.

Así, en el último siglo, el mundo ha sido testigo del despliegue de una suerte de vínculos que han agilizado y eficientado los mecanismos económicos, sociales y políticos.

Como no podía ser de otra manera, la distribución ha sabido sacar partido a este paradigma, elevando el concepto de globalización al siguiente nivel.

Más allá de los orígenes

Si bien en los últimos meses – sobre todo a raíz de la pandemia, los conflictos políticos y la inflación – la globalización parece estar dando un paso atrás, no puede negarse que sus efectos siguen modelando la logística desde múltiples aristas.

La apertura de fronteras, el desarrollo del comercio y el crecimiento de las nuevas tecnologías siguen siendo una muestra de ello.

Sin embargo, la globalización y la localización han demostrado ser fuerzas opuestas en un proceso de transformación sectorial en el que, inevitablemente, el segundo factor no para de ganar peso.

Y es que la pandemia ha dejado como consecuencia principal una incertidumbre que, muchos ahora, afrontan con la aproximación de sus engranajes.

Acercar sin renunciar

En el ya mencionado proceso de relocalización, la logística ha sabido sacar provecho a la resiliencia y flexibilidad que le caracteriza para hacer de la proximidad y el alcance dos de sus valores esenciales.

Aunque contradictorio, este planteamiento responde a una lógica aplastante: la cercanía es el nuevo ‘must’ de los consumidores. Como recoge el estudio más reciente de Nextdoor, desde la irrupción de la pandemia, un 89,9% de los consumidores valora más los negocios con presencia local.

Ello, unido a la necesidad de tener un alcance lo más amplio posible, ha hecho de las sedes y delegaciones un elemento crítico en el planteamiento de los sistemas de logística y distribución.

Los seis pilares detrás de las redes de distribución

Aunque impulsado en los últimos tiempos por el nuevo contexto, la omnipresencia no es algo nuevo para un sector en el que los contactos y la constante comunicación sustentan la eficiencia de las operativas.

De hecho, los beneficios de contar con sedes en diferentes puntos de la geografía son más que conocidos y, a la par, imprescindibles para sustentar el progreso sostenible de la globalización.

  1. Cercanía

La primera ventaja de contar con un negocio con diversas sedes es, precisamente, la proximidad. La confianza y, sobre todo, la sensación de accesibilidad y familiaridad que ello otorga fideliza a los clientes y mejora la percepción de la marca. El peso de esta característica es tan grande que, incluso multinacionales de gran nivel, apuestan por estrategias que sigan esta premisa para asegurar su negocio.

  1. Conocimiento local

Fruto de la cercanía, contar con sedes dispuestas en diferentes ubicaciones mejora el conocimiento de la marca sobre el estado y necesidades de su industria en las diversas regiones en las que despliega su actividad.

  1. Agilidad

El hecho de contar con diversas delegaciones o hubs, en el caso de la distribución, solo puede ser sinónimo de eficiencia. La posibilidad de derivar, redistribuir y organizar las operativas a nivel geográfico evita los viajes innecesarios y acorta los plazos, impactando de manera directa en los niveles de satisfacción de los usuarios finales.

  1. Red de contactos

Yendo un paso más allá del conocimiento local, una adecuada localización permite a cada delegación contar con la red de contactos necesaria para desarrollar de la manera más optima su actividad.

  1. Cobertura

Si bien la omnipresencia es, hoy en día, inalcanzable, podemos decir que las sedes son un buen sustituto. La posibilidad de cubrir las necesidades de clientes en cada una de las regiones, con la misma calidad y los mismos estándares, no solo hace que el negocio aumente, también afianza ese desarrollo.

  1. Crecimiento

Finalmente, como no podía ser de otra manera, la lógica también apunta a las posibilidades de crecimiento que facilita el contar con varias delegaciones. El hecho de ir más allá de una sede central permite afrontar posibles crecimientos con una perspectiva positiva, pudiendo repercutir los posibles impactos de manera equitativa entre los diversos puntos.

Así, en términos generales, contar con una red de delegaciones sigue siendo, a pesar de los cambios, un punto fuerte para la distribución de mercancías que, a través de esta estrategia, parte de una visión particular para alcanzar una perspectiva global más clara y amplia.

Cómo conseguir un ambiente motivador en tu almacén

El papel de los trabajadores dentro de un almacén es esencial. Sin embargo, cuando se habla del sector logístico y del transporte de mercancías no siempre se pone el foco en uno de los espacios más críticos para su buen desempeño: las naves y centros de distribución

Su papel es fundamental a la hora de recoger, guardar y distribuir todo tipo de productos, por lo que su buena gestión es fundamental para asegurar un desarrollo de la actividad efectivo.

Dentro del almacén es muy importante fijarse en el eslabón que hace que todos los envíos y paquetes lleguen a su destino: los empleados. Pese a la progresiva incorporación de la tecnología en este ámbito, el papel de los trabajadores es y seguirá siendo clave. Asegurar su bienestar dentro de la empresa y tratar de mantenerles motivados es esencial para asegurar su efectividad y productividad.

Son una gran cantidad los estudios los que demuestran los beneficios de motivar a los empleados para lograr unos mejores resultados dentro de cualquier negocio.

Destacamos algunos datos ofrecidos por la empresa Edenred, la cual explica cómo un programa de reconocimiento en el trabajo puede incrementar hasta en un 44% la productividad de los empleados. Motivar y fortalecer el trabajo de los empleados es un elemento clave en la búsqueda de aumento de productividad. De hecho, si se logra retener el talento gracias a tener trabajadores motivados se podría generar un incremento de entre un 25% a 85% en los beneficios empresariales.

Estos son sólo algunos de los datos que muestran la importancia de contar con empleados que se sientan cómodos y contentos con su trabajo, a la par que motivados. Pero ¿cómo se logra?

A continuación, se muestran algunas claves para poder enfocar los esfuerzos en cubrir las necesidades de los trabajadores y orientar los esfuerzos en los intereses de la empresa y la plantilla por igual.

Identificar las necesidades

El primer paso para poder lograr un ambiente motivador en el almacén es hablar con los trabajadores. Para poder asegurar que las estrategias que se implantarán resultarán eficientes es esencial dar voz a los trabajadores, permitirles mostrar su visión de la empresa en conjunto, cómo se ven ellos dentro, y cómo se encuentran respecto a sus compañeros.

Dotar de este poder a los trabajadores les permite sentirse cómodos y escuchados dentro de la empresa, hecho esencial para mostrarles su importancia. De esta forma se genera un ambiente seguro, de manera que posteriormente se puede hablar sobre qué necesidades tienen dentro de la empresa, qué problemas observan, sus visiones de futuro, etc.

Que los trabajadores sientan que sus superiores se preocupan por los intereses de sus empleados les hace sentir valorados dentro de la empresa, lo que deriva en una mayor motivación en el trabajo.

Una vez identificadas las necesidades de los empleados y habiendo generado un ambiente seguro, se continúa con el siguiente punto.

Desarrollar estrategias

Tras mostrar la importancia que tiene cada trabajador dentro de la empresa, se deben implantar estrategias que permitan satisfacer las necesidades de los empleados.

Dentro del almacén es esencial lograr un buen ambiente entre plantillas, por lo que incentivar buenas relaciones entre estas es fundamental. Esto se puede lograr con estrategias como el Team Building, que motivan el desarrollo de relaciones entre empleados. Lográndolo se consigue que los trabajadores se encuentren cómodos con sus compañeros y desempeñen su labor con una mayor motivación aumentando, como consecuencia, su productividad.

Su implementación se puede ver reflejada en soluciones críticas como los servicios de valor añadido. Estos suelen estar enfocados en tareas muy concretas o que exigen de un trabajo hecho en un tiempo preestablecido y de manera específica por lo que, si no se cuenta con trabajadores motivados, podría derivar en complicaciones.

A su vez, enfocarse en los problemas que han comentado anteriormente los trabajadores les hace depositar su confianza en los jefes, percibiéndoles como líderes. De esta forma también se pueden observar las debilidades de la empresa, al permitir una retroalimentación continua de todos los procesos en los que los trabajadores forman parte.

Así se logra conseguir un ambiente motivacional con los empleados, dándoles un papel añadido dentro de la empresa y mostrando una preocupación por sus intereses y objetivos dentro de esta.

3 pasos para adaptar las soluciones tecnológicas a la entrega de última milla

A la hora de realizar la distribución y entrega de pedidos es muy común verse con clientes que desean llevar un control completo del estado de su paquete, localización y hora prevista de entrega

Gracias a la incorporación de la tecnología en servicios como la última milla se ha conseguido saciar necesidades de los clientes, así como mejorar la trazabilidad de los paquetes.

Los trabajadores del sector del transporte y la logística lo tienen claro, apuestan por el uso de la tecnología para mejorar su trabajo, al poder reducir en un 30% del tiempo las labores de recogida de mercancías y en un 29% el tiempo empleado en el reparto.

Las visibles mejoras que suponen adaptar herramientas tecnológicas y digitales a la hora de entregar mercancía permiten una mayor productividad tanto de las operaciones como del servicio de cara a los clientes. Hoy se tratará de explicar las posibilidades que tiene la adaptación de la tecnología a la entrega de última milla desde distintos puntos de vista, todos ellos relacionados con el principal objetivo tanto de distribuidores como de clientes, lograr una trazabilidad efectiva.

Paso 1: Incorporación en los operarios

El principal problema al que se enfrentan los repartidores de última milla es la exigencia por parte del cliente de toda la información posible de su paquete en todo momento. Por ello el primer paso para lograr una buena adaptación de los servicios tecnológicos al transporte y entrega de mercancías es la incorporación de herramientas tecnológicas en el transporte y sus operadores.

En la actualidad es muy importante contar con equipos PDA, los cuales permiten tener un control completo por parte de la empresa de la ubicación de los paquetes, permitiendo así a los clientes poder disponer de un tracking similar. Este hecho, disponible en tiempo real, permite un seguimiento y control total de las rutas efectuadas por los transportistas.

Paso 2: Otorgar a los clientes herramientas

Este posiblemente sea de los pasos más esenciales a la hora de incorporar los servicios tecnológicos a la entrega de última milla. Para poder obtener la mayor satisfacción posible por parte de los clientes la mejor solución es otorgarles la mayor cantidad de herramientas y datos, que les hagan sentid que tienen el control absoluto de toda la trazabilidad de sus pedidos. Se mostrarán a continuación algunas de estas herramientas para ejemplificar algunas de las soluciones más efectivas mediante distintos canales.

Avisos por SMS: El uso de la mensajería a través del móvil es una buena opción para enviar información sencilla y avisar sobre las diversas etapas en la que se encuentra el pedido. Incorporar esta herramienta permite al cliente obtener información sobre las diferentes etapas del envío e incluso el momento de llegada.

Trazabilidad online: Teniendo en cuenta que el objetivo de la mayor parte de problemas relacionados con el cliente es el tener control sobre la trazabilidad, a partir de diversos servicios digitales se puede solventar este problema. Contar con un servicio online dedicado a los clientes es sin duda un valor añadido para tu empresa. A través de éste, y controlando el acceso de manera restringida (para poder asegurar la protección de los datos en todo momento) se ofrece información permanentemente actualizada del estado de cada uno de los envíos de la manera más sencilla y eficaz posible.

Paso 3: Información complementaria

Como paso final debemos tener en cuenta los posibles errores que puedan suceder, y cómo enfrentarlos. En estos sucesos es donde un cliente observa la verdadera implicación de la empresa con el cliente. Por ello contar con un servicio post entrega es esencial para mostrar una preocupación real por el estado de la mercancía y la satisfacción del cliente.

Foto instalación. Para garantizar que la entrega se ha realizado de forma eficaz y por tanto sin enfrentar ningún posible problema, las empresas de última milla pueden contar con servicios como la foto instalación. Mediante la realización de una fotografía (tras haber realizado la entrega) y subiéndola al sistema a través de las herramientas que dispongan los operarios (como las PDA) se asegura y certifica el estado de la mercancía, su calidad y la del servicio efectuado.

Servicio de Atención al Cliente. Ofrecer un servicio de atención al cliente tanto durante el proceso de envío como en la post venta es un elemento esencial para mostrar un servicio adaptado a las necesidades de los clientes. Éste puede ser tanto de manera telefónica como online dado que lo importante es mostrar la preocupación por el bienestar de los clientes y preguntar sobre aspectos a mejorar (con, por ejemplo, encuestas sobre la calidad de los servicios).

Estas son solo algunas de las soluciones tecnológicas que se pueden implantar en tu entrega de última milla para asegurar la satisfacción del cliente.

 

Qué es la huella de carbono y por qué debemos reducirla

A medida que los consumidores se vuelven más conscientes del impacto ambiental derivado de la actividad humana, aumenta la demanda de bienes y servicios comprometidos con la reducción de la huella de carbono.

La dependencia histórica casi exclusiva de los combustibles fósiles para propulsar vehículos, embarcaciones, trenes y aeronaves ha puesto al transporte en rumbo a una colisión. ¿En el otro lado? Los reguladores de todo el mundo, que buscan frenar el cambio climático debido a las emisiones de efecto invernadero (GEI).

Según el último estudio realizado por el medio especializado FreightWaves, un camión tiene la misma huella de carbono que 14 personas en un año: 223 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Sin embargo, estas cifras no desalientan a un sector que, año tras año, adopta nuevas iniciativas para revertir las gráficas.

¿Qué es la huella de carbono?

Antes de profundizar en cómo el sector está trabajando en minimizar su huella de carbono, es importante conocer el concepto.

La huella de carbono se define como la emisión total de gases de efecto invernadero a través de actividades directas e indirectas. Esta es generada diariamente por personas, empresas e incluso productos.

Para medir las emisiones de CO2 y GEI, es importante hacer un seguimiento de todo aquello que las genera. Algunos de los contaminantes más significativos son el consumo eléctrico, los medios de transporte, las fuentes de combustible y la producción de residuos.

Una vez determinadas las actividades que contribuyen a generar emisiones, se puede calcular la huella de carbono. Para ello, se multiplican los factores de emisión por los datos recopilados.

¿Por qué es importante para el sector?

El transporte ya es una de las mayores fuentes de gases de efecto invernadero del mundo, y se prevé que sus emisiones aumenten drásticamente.

Uno de los principales motivos es el movimiento de mercancías: los aviones, trenes, camiones, buques de carga y otros vehículos utilizados para mover miles de millones de toneladas de carga en todo el mundo.

Actualmente, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el transporte de carga representa el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, cifra que podría duplicarse para 2050. Todo ello porque, precisamente debido al auge del comercio electrónico, se ha multiplicado la demanda de estos servicios.

El transporte terrestre, básicamente en camión y furgoneta, representa el 62% de estas emisiones.

Un momento crítico

El sector del transporte está en auge y es uno de los principales responsables del aumento de la huella de carbono, por lo que es fundamental encontrar una alternativa de transporte sostenible para reducirla.

Organizaciones como la Unión Europea han introducido regulaciones y planes para desarrollar un transporte más sostenible. La mayoría de ellos están incluidos en la Directiva UE 2019/1161 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de junio de 2019, que busca promover vehículos más sostenibles para este tipo de actividad.

Sin embargo, también hay otras formas – impulsadas por el propio sector – de ayudar a reducir las emisiones generadas durante los viajes.

Cómo reducir la huella de carbono en el transporte

Existen acciones fáciles de implementar que pueden contribuir a reducir la huella de carbono:

– Definir horarios de carga y descarga: Esto permite una gestión eficiente de los muelles, reduciendo los tiempos de espera de los vehículos y, por tanto, las emisiones.

– Optar por cargas completas: Aprovechar al máximo cada kilómetro de un viaje es fundamental, por eso se recomienda despedirse de un camión vacío y optar por viajes de vuelta cargados para ser más eficientes.

– Planificación eficiente: al evaluar primero las rutas, es posible encontrar las rutas más cortas y directas entre el origen y el destino de las mercancías. De esta forma se pueden reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

– Revisar y renovar las flotas: evaluar el estado de los vehículos para asegurarse de que están en buenas condiciones y optar por nuevos vehículos híbridos o menos contaminantes también es una forma eficiente de ayudar a reducir la huella de carbono.

– Mejora de las infraestructuras: disponer de estructuras y recintos de almacenes más eficientes, así como utilizar energías renovables para su aprovechamiento, también ayuda a reducir la huella de carbono.

En suma, descarbonizar la industria del transporte y la distribución de mercancías no es solo una tarea esencial, también requiere de un enfoque intencional para la investigación, transición y adopción de prácticas ecológicas.