Última milla como solución a las nuevas exigencias logísticas

El crecimiento del sector logístico y del transporte está generando una visible transformación, cada vez más necesaria para poder adaptarse a las exigencias de la sociedad

Los altos niveles de contaminación que genera el sector logístico conforman uno de los requerimientos más necesarios en la actualidad: reducir el impacto medioambiental. Incorporar nuevos modelos y herramientas que permitan una evolución del sector debe ser uno de los objetivos primordiales, pero para lograrlo hay que poder adaptarse a las necesidades sociales.

Según datos del Observatorio del transporte y la logística en España, respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte, frente a un 22,9% de emisiones de la Unión Europea, España aumenta la media con un 27,5%.

Este hecho muestra un problema existente en nuestro país, y la necesidad de hacerlo frente. Para poder reducir el impacto medioambiental se deben incorporar diversas técnicas que permitan un paso a la sostenibilidad y una adaptación a los cambios en el comportamiento de la demanda.

Porque las nuevas exigencias logísticas no se reducen a la necesidad de dar un paso hacia la reducción de la huella de carbono, poder hacer frente a la alta demanda derivada del comercio electrónico – traducido en una necesidad de aumentar la optimización y velocidad de los procesos – conforma otro de los grandes retos a tener en cuenta.

Entrada de la última milla

Ante este escenario entra el papel de la última milla. Dentro del transporte de mercancías, la última milla conforma el tramo final, en el que los paquetes son entregados a los clientes finales.

En un panorama en el que el sector logístico afronta una de las fases más inestables tras la pandemia, con el completo cambio de paradigma logístico, adaptarse a estos cambios supone una necesidad si se quiere conservar la actividad de la empresa y optar a lograr una sostenibilidad con el paso del tiempo.

Las exigencias de la demanda han cambiado. Las de entidades como la Unión Europea también. El sector se encuentra en un punto de no retorno e incorporar distintas herramientas basadas en la entrega last mile puede ayudar a superar multitud de desafíos.

Sostenibilidad

Los distintos ámbitos a lo largo de la cadena de suministro han visto el imprescindible cambio al que se deben adaptar. Ir progresivamente incorporando medidas que permitan reducir las emisiones del sector puede ayudar a lograr una adaptación viable a modelos más sostenibles.

El papel de la última milla resulta ser fundamental al ser el recurso final dirigido a realizar la entrega directamente al cliente. Debido a las exigencias de velocidad, eficacia y precisión en los envíos, se han incorporado una serie de estrategias que permiten adaptar este servicio a la sostenibilidad.

La incorporación de las tecnologías en la entrega last mile ha ayudado a generar rutas optimizadas y eficientes, a la par que mejorar la eficiencia de las entregas. La incorporación de softwares en la última milla permite un paso a la sostenibilidad y una adaptación a las exigencias logísticas, dirigido por la incorporación de la digitalización en todos los sectores comerciales.

La logística nocturna es otro modelo que se está tratando de incorporar. Logrando huir de los atascos causados por el tráfico en horas punta unido a la digitalización de procesos y el uso de plataformas de última milla como los hubs logísticos, su incorporación es otra forma de hacer de nuestro sector uno sostenible.

Demanda

Hacer frente a los cambios en el modo de consumo de los ciudadanos pasa por la entrega de última milla. Y es que, este recurso permite adaptarse a todas las exigencias logísticas que se encuentran en la actualidad. Uno de los focos que más contaminación generan, pero a su vez resultan ser primordiales es el del transporte. Este hecho, unido a la alta demanda de productos vía online han generado dudas sobre qué herramientas incorporar para afrontar de la mejor manera estos cambios en el comportamiento de la demanda.

La última milla se ha adaptado a ellos de la mejor manera. En aspectos como los clientes finales, la incorporación de servicios como la entrega en puntos de recogida o Pick Up Points permiten una adaptación a las necesidades de éstos, ofreciéndoles una flexibilidad a la hora de recoger sus productos, garantizando la comodidad del cliente.

Otras formas de hacer logística, como los dark stores, hubs urbanos o la entrega en tienda son algunas de las soluciones que ha ofrecido la última milla para adaptarse de manera efectiva a las necesidades sociales.

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