Last mile: la apuesta logística de las empresas

El crecimiento del comercio electrónico y la consolidación como modo de compra ha impulsado la apuesta por la última milla. Este hecho está siendo cada vez más visible en zonas como Europa, en la que ya más de tres cuartas partes de las empresas – es decir, el 77% – tienen planes de desarrollo sobre el last mile.

El aumento de superficie para abordar las gestiones de ésta es una necesidad cada vez mayor. Los datos comentados, obtenidos de una encuesta de la inmologística de última milla Mileway, muestran la esencial labor que tiene este último paso de la cadena de suministro.

Y es que, la logística de última milla es una de las preocupaciones principales de los negocios en la actualidad. Son muchos los procesos en los que una empresa puede llevar un buen control: la calidad de los productos, su almacenamiento, preparación… Pero algo que se les puede escapar de las manos es el proceso de entrega final.

Los problemas con el tráfico, las entregas tardías, defectuosas o erróneas continúan presentes en el día a día de los logísticos. Sus consecuencias son muy negativas, afectando tanto al cliente final como a la imagen de la empresa. La disminución de ventas o la fidelidad de los compradores pueden estar en juego, por eso, cada vez son más los que deciden apostar por esta última fase de distribución.

Última milla: ¿por qué interesa?

Conocer las labores que desempeña esta última fase de la distribución resulta esencial para poder conocer el porqué de tal interés. No es sólo el hecho de que sea el paso final mediante por el cual un producto llega a manos de su demandante, cada vez son más los focos puestos en esta actividad por razones como:

Sostenibilidad. Reducir el impacto del sector de la logística y el transporte es una necesidad en aumento. La última milla es el paso final de la distribución, generando su actividad un gran impacto medioambiental. El tráfico, los atascos o la mala gestión de las rutas hacen necesario focalizarse en esta área de la logística para enfocarla hacia la sostenibilidad.

Flexibilidad. La actividad del sector logístico aborda continuamente cambios, y para poder continuar con la actividad de una manera productiva es esencial contar con una estrategia focalizada en la última milla. De esta manera, ante cualquier cambio sucedido que afecte a la actividad normal del sector, el negocio tiene la capacidad de adaptas e a él y, consecuentemente, sufrir menos pérdidas.

Satisfacción del cliente. Siendo el único punto en el que hay un contacto real entre negocio y cliente final, es esencial llevar una buena gestión de ésta. Contar con empresas especializadas y expertas en realizar las entregas last mile de una manera óptima genera un valor añadido visible en el bienestar y fidelidad de los compradores.

Costes. Al afrontar tantos retos este último eslabón de la cadena de suministro, son cada vez más altos los costes dirigidos a paliar las contrariedades que sufren. Centrar los esfuerzos en mejorar la rentabilidad de las operaciones y rutas de transporte permite consecuentemente reducir los costes.

Entrega de mercancías voluminosas

Dentro de este aumento de demanda del servicio de última milla destaca un impulso de la entrega de productos XL. El auge del comercio electrónico ha supuesto un cambio en la forma de comprar no sólo pequeños productos, también mobiliario, electrodomésticos de grandes dimensiones (gama blanca y televisiones), colchones, sofás, etc.

Ante este hecho empresas como Sama Logística/Home Logistics tienen desarrollado un servicio de entrega domiciliaria para mercancías voluminosas con la opción de la instalación y montaje en toda la península ibérica, así como una red de puntos de recogida para productos XL en España.

Apostar por la última milla

Por numerosas cuestiones como las mostradas cada vez son más los negocios que deciden apostar por esta última fase de la cadena de suministro. La mejora de infraestructuras y tecnologías aplicables a este campo muestra la necesaria apuesta por servicios como éste.

Es en este escenario donde vemos cómo la necesidad por mejorarla es cada vez mayor. Nuevas formas de compras como el e-Commerce son los impulsores de la última milla, que vive un aumento de su demanda cada vez mayor. Pero la zona en la que realiza su actividad también afronta retos.

 

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