Un reparto sostenible es posible y salvar al planeta también

El sector está siendo testigo, en primera línea, de dos revoluciones simultáneas. Gracias al dominio del e-Commerce, las personas se han acostumbrado a recibir todo en cuestión de horas. Al mismo tiempo, el impacto medioambiental de las entregas no para de ganar peso.  

Reducir la huella de carbono del reparto es uno de los desafíos ambientales más cruciales y urgentes que enfrentan las compañías logísticas. La parte más compleja y cara de cualquiera de estos procesos es, sin duda, la última milla.

Este ‘último paso’ representa el 53% del coste total de los envíos y el 41% de los gastos de la cadena de suministro, según Accenture. Paralelamente, para 2030, se espera que la demanda de la entrega urbana crezca un 78%, explica el Foro Económico Mundial.

La propia institución ya alertó que, para el mismo periodo, las emisiones de carbono del reparto urbano aumentarán un 32%. Eso sí, sucederá solo “si no se hace algo para ser más eficientes, rentables y sostenibles”, aclaran.

La buena noticia es que, debido a la naturaleza compleja y en zigzag de la última milla, este eslabón de la cadena de suministro es la que presenta mayor potencial para mejorar e incluso ayudar a salvar el planeta. Al final del día, depende de las empresas intensificar e implementar prácticas sostenibles que, en última instancia, pueden aumentar las ganancias y mejorar la satisfacción del cliente.

Vehículos ecológicos o fuentes de combustible alternativas

Una de las formas más extendidas para reducir las emisiones nocivas es mediante el uso de combustibles alternativos. El biodiesel, por ejemplo, es una alternativa de combustible biodegradable elaborado a partir de aceites de cocina usados, aceites vegetales o grasas animales. En comparación con el combustible diésel convencional, que se refina a partir del petróleo crudo, el biodiésel produce menos contaminantes del aire.

Así mismo, el uso de vehículos eléctricos es otra inversión que merece la pena considerar. Las mejoras experimentadas en los últimos años no solo los convierten en una alternativa ecológica, sino en una herramienta más fácil de mantener. Además, reducen el consumo de combustible, lo que puede ahorrar dinero a largo plazo.

Envíos desde tiendas locales y centros de micro-fulfillment

La forma más rápida de hacer llegar los productos a los clientes es hacer que los productos se entreguen en tiendas locales en lugar de grandes plataformas logísticas situadas en el entorno de las ciudades. Esta estrategia favorece operaciones de entrega más directas y respetuosas con el medio ambiente.

El uso de centros de cumplimiento locales para las cadenas de suministro de entrega de última milla podría reducir las emisiones entre un 17% y un 26%, según Accenture.

Planificación de rutas

Una forma de reducir los tiempos de viaje de los conductores es optimizar las rutas de entrega. La implementación de herramientas, como softwares de optimización, puede ayudar a encontrar las rutas más rentables a nivel económico y medioambiental.

En esta línea, este tipo de soluciones pueden ayudar a reducir los tiempos entre paradas al garantizar un proceso más fluido y agilizar la comunicación entre los conductores y destinatarios.

El papel de los envases

A medida que aumenta la entrega a domicilio, más empresas invierten en hacer que sus embalajes sean sostenibles. Con ese fin, muchas organizaciones han reducido el tamaño de sus cajas, bolsas y sobres, lo que en consecuencia reduce el uso de relleno protector de plástico.

Para reducir aún más los residuos, algunas empresas están utilizando embalajes hechos con materiales reciclados e incluso están eliminando por completo los embalajes secundarios para los artículos que ya vienen en cajas.

Clave, origen y destino: los consumidores

Ante este cambio de paradigma, donde el 57% de los consumidores están dispuestos a boicotear a las empresas que no compartan sus valores sociales, las compañías están abocadas a escuchar. Para ello, es importante tener en marcha programas o iniciativas con este fin.

Las firmas deben invitar al debate sobre la sostenibilidad, escuchando los desafíos que enfrentan al modificar sus hábitos y procedimientos de entrega. A través de esta colaboración, ambas partes se hacen conocedoras de cómo se puede apoyar el nuevo tipo de consumo tratando de minimizar al máximo su impacto sobre el planeta.

En conjunto, a medida que aumenta la demanda de los clientes de operaciones ‘más verdes’, las empresas deben tomar la iniciativa de explorar formas aún más creativas de hacer que sus entregas sean más respetuosas con el medio ambiente. Si se implementan estas estrategias, se notarán mejoras en los costes, los tiempos y el esfuerzo, sin mencionar el subproducto más importante de todos: la contribución a una Tierra más verde.

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